A JOSE LUIS
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Esas
palabras tuyas,
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tan
floridas,
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un silencio
profundo
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han
declarado.
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Esas
palabras tuyas,
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tan
profundas,
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un aplauso
sincero
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han
despertado.
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Más esas
palabras tuyas,
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casi
olvidan,
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que el
silencio es también
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de la
partida.
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El silencio
has silenciado,
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José Luís,
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incumpliendo
así
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una
premisa.
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El silencio
es importante,
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José Luís,
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que al
silencio solo le gana la palabra
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la palabra.
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Esas
palabras tuyas
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han sido
divertidas
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aún siendo
"palabras mayores"
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palabras
repetidas.
Paco Arriero.
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Mi vida es así
miércoles, 9 de mayo de 2012
A JOSÉ LUIS
Reflexiones sobre el silencio y la palabra
REFLEXIONES SOBRE EL SILENCIO Y LA PALABRA
Te doy mi palabra de honor, que no sé por dónde
empezar esto. Si no es porque soy un hombre
de palabra, y me comprometí a
hacer el trabajo, guardaría silencio, pero al dar la palabra a este modesto alumno del programa de Mayores de la
Universidad Carlos III, me faltan
palabras para expresarme adecuadamente y en todo caso he de medir mis palabras por no tener palabras o ser
palabras mayores.
Tengo dos
opciones, la primera es decir con buenas
palabras lo que pienso sobre el tema
propuesto o bien emplear medias
palabras, de tal forma que apenas se me entienda. Eso sí, sin emplear palabras gruesas ni palabras
ociosas, sino que más bien podría emplear palabras de buena crianza, en la seguridad de que todo el mundo sufriría en silencio el contenido de
este trabajo.
En el silencio sepulcral de la clase, la
profesora dirá su última palabra y
yo que soy parco en palabras
mantendré un silencio absoluto y no
le quitaré la palabra. Únicamente quebrantaré el silencio impuesto y en dos palabras y sin que se me escape una palabra molesta o inconveniente,
pasaré en silencio sobre sus comentarios y me faltarán palabras para expresar mi
enojo; y aunque me imponga silencio, como
no es palabra de Dios, aseguraré que el trabajo no está hecho con palabra picante, sino que lo
materialicé en un silencio objetivo sin
emplear palabras preñadas ni palabras de oráculo. Tampoco empleé palabras libres ni palabras mayores sino que cogiendo la palabra a la profesora y
procurando no comerme las palabras, expongo
en el ejercicio lingüístico la teoría de que el silencio puede ser la
abstención consciente por parte del ser humano de hacer uso de la facultad de
hablar. Pero, por otro lado, además puede significar la falta de ruido. También he oído alguna vez hablar del silencio administrativo, que es la pasividad
de la Administración ante una petición o recurso a la que la ley da un
significado estimatorio o desestimatorio. En este caso, la ley puede obligar al
perpetuo silencio.
Pero no es éste el tema, porque yo
no he pronunciado palabras ociosas ni
he dicho palabras al aire, en todo
caso se puede entender que por ahorrar
palabras quizá he pronunciado alguna
palabra preñada que con seguridad, el buen entendedor, a la primera palabra ha comprendido y si no fuera
así tendríamos unas palabras para
aclarar el entuerto o le obligaría a no
decir palabra.
Por el silencio general que hay en la clase no parece sino que todos los
colegas parecen beber las palabras a
éste su humilde ponente, pero si alguien quiere decir la última palabra en este asunto no seré yo el que le deje con la palabra en la boca pues
aunque sea hombre o mujer de pocas
palabras le dirigiré la palabra para oírle explicar su teoría, esperando
que no me trate mal de palabra
Pero estoy firmemente convencido de
que podemos pasar en silencio sobre
la definición solicitada, porque lo que realmente nos importa es que no nos impongan silencio, para poder
pronunciar las palabras clave y dar
a conocer mi opinión a esta docta asamblea de expertos filólogos y si para ello
tengo que pedir la palabra, para hacer uso de la misma defendiendo mi
teoría, lo haré con agrado y emplearé un silencio
subjetivo, aunque no me entiendan ni
palabra, pero sean conscientes de que puedo asegurar que será palabra de rey, y no duden que
emplearé palabras mágicas para que
me crean, pues espero que estando pendientes
de mi palabra, saldrán de clase totalmente convencidos de mi teoría.
He dicho mi última palabra.
DICCIONARIO
A la primera palabra. Se emplea
para explicar la prontitud en la inteligencia de lo que se
dice o en el conocimiento de quien habla.
Ahorrar palabras. Instar a alguien para que finalice un
negocio o ejecute lo que se dice, dejándose de proponer excusas
Beber las palabras. Escuchar o atender con sumo cuidado.
Buenas
palabras. Expresiones o
promesas corteses, dichas con intención de agradar y convencer.
Coger la
palabra. Valerse
de ella o reconvenir con ella, o hacer prenda de ella, para obligar al
cumplimiento de la oferta o promesa.
Comer las
palabras. Omitir en lo
escrito alguna palabra o
parte de ella. Hablar precipitada o confusamente omitiendo sílabas o
letras.
De pocas
palabras. Parco en el
hablar.
Decir la
última palabra. Resolverlo
o esclarecerlo de manera definitiva.
Dejar con la
palabra en la boca. Volverle la espalda sin escuchar lo que va a decir.
Dirigir la
palabra. Hablar singular
y determinadamente con alguien.
Escapar
una palabra. Proferir,
por descuido o falta de reparo, una voz o expresión disonante o que puede ser
molesta.
Faltar
a la palabra. Dejar de hacer
lo que ha prometido u ofrecido.
Faltar
palabras.
Resultar difícil expresar algo por causa de su bondad o maldad extrema
Guardar
silencio. Estar
todo el mundo callado.
Hacer uso de
la palabra. Derecho
a hablar ante un auditorio.
Hombre
de palabra. Que
cumple con sus compromisos.
Imponer
silencio. Hacer
callar a otra persona.
Medias
palabras. Insinuación
embozada, reticencia, aquello que por alguna razón no se dice del todo, sino
incompleta y confusamente.
Medir
sus palabras. Hablar con
cuidado para no decir sino lo que convenga.
Ni palabra. Con las partícula ni y un verbo
sirve para dar más fuerza a la negación de lo que el verbo significa.
No decir
palabra. Callar, guardar
silencio.
No tener palabras. No explicarse en una materia, o por
sufrimiento o por ignorancia.
Palabra clave. Entre las palabras que
forman un título o entran en un documento, las más significativas o
informativas sobre su contenido.
Palabra
de Dios. El Evangelio,
la Escritura, los sermones y doctrina de los predicadores evangélicos.
Palabra
de honor. Empeño
que hace alguien de su fe.
Palabra
de oráculo. Respuestas
anfibológicas que algunas personas dan a lo que se les pregunta, disfrazando lo
que quieren decir.
Palabra de
rey. Se
emplea para encarecer o ponderar la seguridad y certeza de la palabra que se da o de la oferta que se
hace.
Palabra
inconveniente. Indecorosa,
obscena, incorrecta. Que no viene a cuento
Palabra
mágica. Dicción o voz
supersticiosa, regularmente extraña y muchas veces de ninguna significación,
que usan los magos y los hechiceros.
Palabra
molesta. Que
hiere el sentimiento de quien la escucha.
Palabra
picante. La que hiere o
mortifica a la persona a quien se dice.
Palabra preñada. Dicho que incluye en sí más sentido que
el que manifiesta, y se deja al discurso de quien lo oye.
Palabra
preñada. Dicho que incluye en sí más sentido
que el que manifiesta, y se deja al discurso de quien lo oye.
Palabras al
aire. Las que no
merecen aprecio por la insustancialidad de quien las dice o por el poco
fundamento en que se apoyan.
Palabras
de buena crianza. Expresiones de
cortesía o de cumplimiento
Palabras
gruesas. Dicho
inconveniente u obsceno.
Palabras
libres. Las deshonestas.
Palabras
mayores. Ser
de importancia considerable, mayor de lo esperado. También puede entenderse
como palabras ofensivas o injuriosas.
Palabras
ociosas. La
que no tiene fin determinado y se dice por diversión o pasatiempo.
Parco
en palabras. Muy
callado, que se expresa lacónicamente.
Pasar
en silencio. Callarlo,
omitirlo, no hacer mención de ello cuando se habla o escribe.
Pedir la
palabra. Turno
para hablar en las asambleas políticas y otras corporaciones.
Pendientes de
mi palabra. Oírle con suma atención.
Perpetuo
silencio.
Fórmula con que se prohíbe al actor que vuelva a deducir la acción o a instar
sobre ella.
Quebrantar
el silencio.
Romper el silencio con palabras, ruidos, gritos o cánticos.
Quitar
la palabra. Tomar la palabra, interrumpiendo a quien habla y no dejándole continuar.
Silencio
absoluto. Ausencia
total de ruidos y sonidos.
Silencio
general. Cuando
todo el mundo está callado y generalmente con espíritu expectante.
Silencio
objetivo.
Es la ausencia de sonido. Sin más connotaciones.
Silencio
sepulcral. Silencio
absoluto
Silencio
subjetivo. Silencio
utilizado con una intencionalidad dramática.
Tener unas palabras. Dicho de dos o
más personas: Decirse palabras desagradables.
Tratar mal de palabra. Injuriarle con
un dicho ofensivo.
Última
palabra.
Decisión que se da como definitiva e inalterable.
FOTOGRAFÍAS DE LA COMIDA FIN DE CURSO
Paco, bien acompañado |
La tienes contenta
Y dice Concha que no sale bien en las fotos
Esa mano.........
Si, tú ríete y no vigiles..........
Martín como posas
La Profe un poquito séria
Ya se lo pasa mejor |
La profe Antonia Tirado se lo pasó bomba |
Tampoco es para que os lo toméis así |
El profe de informática, Tomás Nogales, bien acompañado por nuestra particular cantante de fados, MANOELA
Así me gusta, con alegría
De que se reiran estas dos arpias |
Anda que no se lo pasó bien D. tomás
Hombre, Javier tampoco es para tomárselo así. Otrop día vienes antes y así te sientas al lado de quien tú y yo sabemos.
Que inrteresantes, Julia y Marisa
Martín trabajándose la nota de Lengua.....
Paco luego dirás que no te saco en las fotos.........
Mas de Julia, que para eso la he aguantado todo el curso a mi lado
Felicitando a Manuela.
Que fado más sentido nos cantó
Por fín, alguien me hizo fotos
Paco, tienes a Reyes muy cabreada |
Y SE ACABÓ......................
hASTA EL CURSO QUE VIENE
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